La futurología puede definirse como aquel estudio o conjunto
de estudios que buscan predecir algún evento futuro, esto se hace mediante el
uso de diversas técnicas científicas y de adivinación, como lo pueden ser la
probabilidad y estadísticas, el seguimiento de un patrón de eventos o la
ciencia sistemática. La última clase de Artefactos tuvo precisamente esto como
tema principal, exponiendo conceptos como el de "futurología" y
presentando nombres de personas especializadas en el tema como Carl Sagan.
Este post tiene como objetivo indagar un poco más en este
tema, buscando explicaciones a las predicciones acertadas de algunos de los autores
de profecías más famosos de la historia. También haremos uso de estas técnicas
de predicción, para de esta forma hacer una predicción y análisis sobre la
nueva guerra armamentista que comienza a vislumbrarse en nuestra época.
Si empezamos por analizar las predicciones de dos de los autores
de profecías más famosos, Nostradamus y
la Agatha Southeil (también conocida como madre Shipton), encontraremos una
coincidencia muy peculiar en sus predicciones: ambos escribían sus profecías en
forma de poema o verso, ya que temían que se les acusara de brujería. El
problema de estas, es que se prestan mucho para la libre interpretación. No
quiero decir que la exactitud de algunas de estas deje de ser impresionante,
sino que hay profecías de Nostradamus que algunos consideran como cumplidas,
mientras que otros aún siguen a la espera de que estas se presenten.
Al navegar por la red y buscar algunos cuantos artículos, he
notado que existen autores que no coinciden en la plena interpretación de las
profecías. Por ejemplo, entre las fallas de Nostradamus, algunos contabilizan
la profecía del asesinato del Papa en 2010, evento que nunca sucedió. Sin
embargo, hay quien le otorga esta predicción como cumplida, pues apelan a la
idea que esta profecía recae sobre la dudosa muerte de Juan Pablo I en 1978.
A lo que intento llegar con esto, es al hecho de que el
comprobar dichas profecías en su totalidad resulta sumamente complicado, pues
es obvio que son demasiadas las variables que toman lugar al momento de hacer
una predicción. Por lo tanto, una predicción nunca podrá estar dotada de plena
exactitud, pues siempre estará sujeta a la libre interpretación de sus futuros
receptores.
Ahora, si intentamos hacer uso de las técnicas de
adivinación y futurología para intentar hacer una predicción sobre la nueva
carrera armamentista que se encuentra a la vuelta de la esquina, lo mejor sería
hacer uso de la estadística y el seguimiento del patrón de eventos de los
últimos 100 años. Si analizamos todos los acontecimientos ocurridos desde el
inicio de la primera guerra mundial hasta nuestros días, podemos decir que el
mundo nunca ha dejado de estar en guerra. Y en cada conflicto, sea de forma
directa o indirecta, Estados Unidos y Rusia (antes Unión Soviética) han estado inmiscuidos.
Con el término de la Segunda Guerra Mundial, la carrera
armamentista acelera su paso, Estados Unidos y la Unión Soviética se encuentran
en una tensa lucha por ver quién estaría mejor situado tecnológicamente al momento de que el siguiente gran conflicto
estallara. La lucha de ideologías y de egos hacía ver como inminente e
inevitable un conflicto que solo parecía estar postergándose. El estallido de
una nueva guerra mundial parecía estar a la vuelta de la esquina, la carrera
armamentista era un secreto a voces.
Todo parecía haber llegado a su fin con la disolución de la
Unión Soviética; había un hipotético aire de victoria del lado de los
americanos y las aguas parecían haberse apaciguado. Sin embargo, la guerra
armamentista parece nunca haber acabado, sino que esta continuó su desarrollo
escondida aún más profundamente. Hoy en día, esa tensión que se sentía hace 30
años parece haber regresado con los últimos acontecimientos. Los conflictos en
Medio Oriente y en la Unión Europea, sumados al crecimiento exponencial del
mercado asiático en los últimos años, han terminado por sacar a flote una vez
más la carrera armamentista entre Rusia y Estados Unidos.
¿Cuál sería una predicción acertada? Teniendo en cuenta los
antecedentes históricos y los diversos tratados que existen hoy en día (de los
cuales muchos se firmaron en consecuencia a la segunda guerra mundial y guerra
fría), podríamos decir que nos esperan muchos años de tensión, pendiendo de un
hilo para que estalle una tercera guerra mundial. Estos países han regresado a
una carrera armamentista en la que ninguno de los dos piensa ceder. Si no se
hace nada al respecto, los fuertes conflictos en Medio Oriente, sumados al
acelerado avance tecnológico y un aparente resurgimiento mutado de ese enfermizo
nacionalismo-fascista del siglo pasado, podrían propiciar el estallido de la
tercera guerra mundial dentro de los siguientes veinte años. Esperemos esta
predicción sea una muestra de lo difícil y erróneo que puede ser la
futurología, más cuando se carece de un estudio extenso de todas las variables infinitas
posibles.